Caleidoscopio
PINCELADAS DE FAMILIA DURANTE LA PANDEMIA
Soy terapeuta familiar y con ello quiero decir que, cuando se me presenta una persona con un problema, no puedo evitar pensar en esa persona conviviendo con otras, en su ambiente laboral o social y cómo ese problema se desarrolla en ese ámbito. Cursando el 2020, año en el que la pandemia nos encuarentenó “en familia”, a algunos de mis pacientes se les presentó la decisión de a quién considerar familia con la que aislarse. Esto se precipitó en el marco de la regulación del estado sobre la libertad de movimientos por razones sanitarias sumado a la incertidumbre acerca de la duración de la cuarentena. Así, algunas parejas de consolidaron en la convivencia, jóvenes de novios comenzaron a convivir con “suegros”, familias quedaron (sin opción) en diferentes continentes y algunas familias se fragmentaron. Quizás por la conjunción de todas estas variables, es que volví a pensar sobre la idea de familia, los conceptos que la definen y los cambios que se han dado en este contexto.
La familia según el diccionario de la RAE es “un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas” o, también, un conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje”. La primera enfatiza la convivencia mientras la segunda la genealogía y el paso del tiempo. Me gusta la idea de combinar ambas porque hay personas que no son de la misma sangre que se consideran familia, aunque no siempre viven juntas. Al comienzo de la cuarentena muchas personas tuvieron que decidir si volver a sus provincias natales donde se encuentra su familia de origen o permanecer donde trabajaban, estudiaban o residían antes de la pandemia. Los derechos y las responsabilidades familiares comenzaron a ponerse de manifiesto en una situación absolutamente anómala. El escenario en donde los mayores dependen de los menores para la vida diaria exigía una consideración acerca de quién cuidaba a quién y qué personas uno tenía a cargo. Fue un momento tenso dentro del consultorio con muchos debates y decisiones que tomar.
La familia es el del lugar de origen, es decir, de dónde venimos, quienes somos en relación a la comunidad. Al portar el o los apellidos hacemos referencia a las propias raíces en un lugar y en una cultura determinada. Nuestro nombre (o nombres) representan nuestro ser único. La familia es el lugar en donde se encuentran los seres que nos dan y a los que damos sentido y, en esa dialéctica, se construye nuestra identidad y el apego, modelo de vínculo con el que nos relacionaremos con el resto del mundo en el futuro. En la familia, también, se pone de manifiesto quien es la persona en función de los otros. Durante la cuarentena muchos roles se vieron alterados por los cambios en las condiciones de trabajo y la dinámica familiar. Así, una nueva organización se formó, sobre la marcha, contemplando necesidades de todos los miembros. Fue un momento de extremo desafío para los individuos. En algunas personas ello se vivió como una renuncia a espacios y tiempos individuales, mientras que en otras se focalizó en la ganancia que implicaba esta novedosa dinámica. Es notable cómo en los sistemas fraternos desde la más temprana infancia se observan pautas y roles muy determinados que se sostienen en el tiempo dentro de la familia y a veces, marcadamente en vínculos fuera de la misma.
Se pueden enumerar distintos tipos de familia como la familia nuclear, la extendida, la monoparental, la homoparental, la ensamblada y la familia de hecho. Más allá de la distinción conceptual, cada una de ellas tiene costumbres, reglas y límites que hacen que los miembros se sientan seguros. Parece una verdad de Perogrullo pero la familia es el lugar donde se da lo que es familiar, lo que sale fácil. Y cada persona que “sale de su familia” en los primeros años del jardín de infantes al medio social, construye una bisagra en la que acepta, modela, filtra otros modelos de familia. Es sobre esa diversidad sobre la que incorporamos nuevos modos de ver y lo que nos es familiar se amalgama con otros modelos.
Muchas sesiones de pacientes han versado sobre “This is us” (1), una serie que narra la historia de una pareja que deviene familia a lo largo del tiempo. Con sutilezas y muchos grises, las personas se identifican con los personajes en un plano predominantemente afectivo. En algunas familias sorprendentemente ha operado como disparador de conversaciones sobre la crónica de la propia familia y la visión de cada uno de sus miembros sobre sus padres y abuelos. Porque así como la familia es el lugar donde nacemos, también es el lugar en el que morimos. Y las memorias de los ancestros se hacen presentes en cada familia con rituales y ceremonias, con comidas y con historias. Así, cada linaje talla su tronco ancestral con cultura, costumbres e ideas propias. Gran parte de estos rituales familiares se han visto alterados, si no suspendidos, por la pandemia. Reuniones familiares, viajes para eventos, cumpleaños, nacimientos y fallecimientos han tenido que ser reformados dentro de las restricciones institucionales pero también familiares. Es notable como ello ha generado la revisión del “modo de pertenecer” a la familia y se han reacomodado los roles de cada miembro dentro del grupo familiar. Participar del zoom, visitar desde la puerta a alguien, enviarle un desayuno, comprar medicamentos u ocuparse del pedido del supermercado han sido nuevos modos de estar en y con la familia.
Lic. Nicole Harf
(1) “This is us” Serie de TV creada por Dan Fogelman estrenada en NBC en septiembre de 2016.
Img: La Familia del Artista, 1665, Jan Steen